martes, 8 de junio de 2010

Carta abierta a Antanas Mockus y Sergio Fajardo


Apreciados y admirados Antanas y Sergio:

Ya habrá tiempo, después del 20, para las evaluaciones, celebraciones o lamentaciones, y tampoco luce oportuno invertir energías en averiguar qué pasó con los pronósticos de las encuestadoras y sus miles de encuestados, cuando tenemos los resultados de la votación de casi 15 millones de colombianos y la abstención de una cantidad semejante. El momento solo reclama la reflexión rápida y la acción eficaz y urgente, y es desde esta perspectiva que deseo brindarles algunas observaciones.

En primer lugar, me resulta claro que en el mes de mayo la política de mosquitas muertas del uribismo y afines alcanzó el nivel de virtuosismo, al punto de prácticamente embelesar a muchísimos electores con la imagen edulcorada de un supuestamente nuevo Santos y la fantasía de una seguridad alcanzable a cualquier costo y por cualquier medio, pero tangible, frente a la imagen, forjada por ellos mismos e impuesta a punta de dinero y maquinaria, de un Mockus casi esotérico y de una seguridad, basada en la legalidad democrática y el respeto a las leyes e inspirada en un cambio educativo y cultural, pero intangible o por descubrirse. La propuesta del Partido Verde, infinitamente más coherente y sostenible en el largo plazo, pero más exigente de entender, por más densa en conceptos y conocimientos, ha sido apabullada por la propuesta más ramplona, pero fácil de digerir, sobre todo por la población limitada en luces y aturdida por la campaña de descrédito contra Antanas, del Partido de la U. De aquí se deriva que la realización de un esfuerzo titánico y acelerado de explicación sencilla de la superior propuesta verde y de puesta en evidencia de los lados flacos de la propuesta oficialista no puede ser sino un imperativo. Francamente no logro entender cómo es que los increíbles logros en materia de seguridad, sobre todo de Sergio en Medellín, y también de Mockus, Garzón y Peñaloza en Bogotá, por ejemplo, no han sido debidamente puestos de relieve en la campaña verde.

En segundo lugar, siento que en lugar de plantear, como lo hizo Mockus en la entrevista con Patricia Janiot en CNN, lo que pudo haber ocurrido si se hubiese invitado a los electores a votar en base a su mera conciencia por los candidatos de su preferencia en la primera vuelta, para concentrar así su atención en el voto de la más decisiva segunda vuelta, lo que hay que hacer es partir de la premisa de que tal decisión ya tuvo lugar, con el resultado de que a quince millones y medio de colombianos su conciencia les dijo que no era el momento de votar por nadie en la primera ronda.

Por tal razón, habría que movilizar, tanto por vía directa como virtual, a un ejército de explicadores y facilitadores, comandados por los principales líderes del partido, en búsqueda de los votos de la definitiva segunda vuelta. Este ejército pacífico debería ser capaz de reforzar y potenciar, con profusión de argumentos y ejemplos, las convicciones de quienes ya votaron verde, pero sobre todo de atraer y convencer a todos los demás, y especialmente a quienes se abstuvieron, de las bondades superiores en el largo plazo de la propuesta propia, indicando marcadamente sus diferencias con la propuesta oficialista. ¿O es que acaso no es evidente que, con el método uribista, que promete ser continuado por Santos, bajo la superficie de una aparente pacificación y seguridad, ha terminado por fortalecerse y a la vez esconderse una de las culturas más violentas y despreciativas de la vida jamás conocidas en el planeta Tierra? O, en sentido contrario, si se le concede a Uribe y Santos que han sido capaces de obtener éxito con su enfoque de la Seguridad Democrática, que en el fondo no es sino una Inseguridad Autocrática y Corrupta, entonces es claro que si se trata de escoger entre opciones parecidas, los electores optarán por lo más conocido, aunque no huela bien, antes que por lo bueno que podrían llegar a conocer.

No veo cómo, si no se diferencia muy tajantemente la postura propia, pueda remontarse la enorme cuesta adversa que tienen por delante. Una simple aritmética sugiere que si se captasen, por ejemplo, todos los votos ya emitidos en favor de Petro y el Polo, más casi todos los del Partido Liberal, los de los candidatos minoritarios, y la mitad de los de Nohemí Sanín, sólo se obtendrían en la segunda vuelta cerca de un 40% de los votos, frente a casi un 60% de los votos de la U sumados a los de Vargas y el Cambio Radical, y a la otra mitad de los de Nohemí. Frente a tal perspectiva, y con todo y mi gran respeto por ustedes, considero inoportuno cualquier intento de solazarse con los resultados obtenidos en la primera vuelta o de pretender que el problema está, como tanto se empeñó en demostrarlo Antanas en el citado programa de CNN, en la base de referencia de las expectativas. Esta preocupación puede que sea de interés para algunos miles de militantes del Partido Verde, pero de ninguna manera para los millones de indecisos ante la segunda, quienes sólo necesitan convencerse de que su voto será valioso y votarán correctamente en el balotaje.

Finalmente, sí comparto absolutamente el enfoque de Antanas en el citado programa en cuanto a que se necesita nada menos que una ideaza para poder triunfar por sobre todos los formidables obstáculos que se yerguen ante la segunda vuelta. Esta ideaza debería ser capaz nada menos que de sacudir el alma colombiana en sus cimientos, hasta hacer prevalecer los nobles y coherentes ideales de justicia de la propuesta verde por sobre la hipocresía y la mentira de la propuesta dizque santa pero en definitiva diabólica. Tengo una idea candidata a ideaza que intentaré comunicarles en persona o hacerles llegar, pero que no deseo revelar aquí para no sobreavisar al adversario. Si alguno de los lectores de este artículo sabe de algún mecanismo directo para entrar en contacto con Antanas Mockus o Sergio Fajardo, le ruego que me indique, vía un comentario a este blog, una manera de contactarlo a él o ella, al lector o lectora, para proceder de inmediato a entrar en contacto con aquellos.

Reciban un fraternal abrazo, el testimonio de la admiración de Transformanueca, sea cual sea el resultado final de la contienda, y la disposición a estrechar vínculos con ustedes en un futuro cercano.

10 comentarios:

  1. apoyo a mockus y estare con el hasta el final; mi voto es verde

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  2. Con todo respeto señor Yajure, no entiendo como con tantos problemas que existen en nuestro país usted quiere hacerle una propuesta al señor Mockus para ver si se logra el milagro de ganar la segunda vuelta de las elecciones de nuestro vecino país. Le digo como una vez un amigo en tono de broma me comento que cuando el se estaba levantando de la cama ya su ego estaba comido, vestido y a punto de salir de su casa, espero que ese no sea su caso.
    En su escrito del 7 de mayo le hice un comentario en donde le invite a leer un articulo de Fernando Mires, articulo por cierto que trata de una manera directa, equivocada o no, de la situación política que vive nuestro país , lo menos que yo esperaba era un comentario suyo al respecto.
    Yo no pretendía que se estuviera de acuerdo con dicho articulo pero si que se diera una discusión o al menos opiniones a cerca del mismo, a menos que este blog solo se trata de leer todas las ideas que usted tiene en su cabeza.
    Será que en este país no existe un Mockus a quien usted le pueda escribir.
    Le sugiero algunas personas que muy bien pudiera usted escribirle Carlos Genatio, Cecilia García Arocha, Henry Falcón, y si cree que hay gente de derecha o centro que pudieran comprar sus ideas entonces escríbale a Carlos Ocariz, Ledezma, Capriles.
    Lamentablemente eso es lo que hay

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  3. Amigo anónimo...

    Con la nota al pie que recuerda que las opiniones que expreso son las mias y no representan las del blog, si te puedo decir que es útil ver los problemas Venezolanos en el contexto de una nación latinoamericana más amplia.

    En alguna medida, el apoyo a Mockus y el "acerle frente" a Santos también sirven como una manera de fijar posición que aunque el "Chavismo" ha sido un fracaso y un bochorno tan grande como lo ha sido, la solución a nuestros problemas no la vamos a encontrar en una vuelta atrás y un regreso a una cultura de la marginación y exclusión de un grueso del país. En Venezuela existe una enorme corriente más o menos agazapada cuyo ideal sería que la gente se regrese a sus cerros y que no le ensucien/estorben/atraquen... etc. El hecho que en Venezuela existen dos países que se desconocen el uno al otro es vergonzoso.

    Tratar de jugar un papel, cuan pequeño pueda ser, en un proceso político que de cierta manera refleja nuestro propia coyuntura me parece que es importante y que no niega ni la urgencia, ni la importancia a nuestros problemas.

    Con respecto al artículo que referías, me resultó enriquecedor ver esa revista de momentos historicos en los que la conjugación de la disidencia con la oposición si resultaron en procesos de transformación y cambio. Sin embargo, me parece las propuestas políticas Venezolanas sobre la mesa están tan abismalmente extraviadas, que utilizar el tiempo aprendiendo y apoyando las experiencias políticas del partido verde podrían dejarnos mucho que aprender y que ganar en nuestra propia carrera política en el largo plazo.

    Valga lo que valga una opinión, me encantaría que aunque fuese con un pseudónimo salieras del anonimato.

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  4. Recuerdo un cuento leído en El Nacional (no de los abstrusos ganadores): un hombre es perseguido por una poblada y se guarece en la casa de un amigo; y le explica: esa gente lo creía diabólico; en un sueño descubrió cómo volar, lo había puesto en práctica esa mañana. Voló desde su edificio a La Guaira, de regreso se paseó por el Ávila, y desde Petare se dirigió al centro, descendió de nivel para sobrevolar La Carlota. El amigo protestó diciéndole que eso no podía ser ya que para ello se necesitaba autorización, de lo contrario lo hubiesen derribado; le pidió que se enseriara, que siguiera contando su relato; pero sin mentir.
    Para defender algo falso tenemos que dar por cierto una mentira. Creer que el chavismo (o fidelismo o stalinismo o leninismo o khadafismo y muchos otros) no irían al fracaso es pensar que el socialismo es una solución. Como ello no es así, hay que darse ánimos elucubrando que sí hay países socialistas exitosos solamente porque piensan que a los pobres hay que atenderlos.
    Dedicar análisis a hechos foráneos es con el propósito de no atacar al chavismo(*), salvo lo folklórico que nos da una áurea de independencia. Aunque esta posición es tan valida como la del testigo de Jehová que dejar morir su hijo antes de permitir una transfusión de sangre.

    Anónimo Nefelibata

    (*) … yo mismo me he abstenido de hacer públicas muchas de mis opiniones críticas a la actual gestión de Chávez, y en el blog más de una vez he matizado mis francos desacuerdos con el gobierno, en el que no he participado en ningún sentido, nada más que por evitar ser utilizado por el extremismo opositor... (Blogger dixit)

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  5. Te voy a facilitar parte del gran problema que tienes de comunicarte con Fajardo o Mockus. Con Sergio Fajardo lo puedes hacer por el mail bogota@sergiofajardo.com o si quieres lo llamas al callcenter 742 5096, de Mockus estoy averiguando y pronto te daré la información.
    Debo reconocer que comparto la opinión del "anónimo" del segundo comentario y también me gustarla sugerirte otras direcciones o mail de venezolanos con lo que deberías comunicarte o al menos intercambiar algunas ideas de algo mas cercano, mas local: Venezuela.
    Como me confunde eso de enviar los comentarios te aclaro que no soy anónimo soy Rafael Maldonado

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  6. ¡Chévere, Anónimo 1, por tu apoyo a Mockus! Pero no sería ni malo que en lugar de estar "con él hasta el final", le pusieras también empeño a ayudarlo, a él, a Fajardo y al Partido Verde, a entender mejor los mecanismos de la política, pues, a mi humilde parecer, en la recta final la agarró por darle clases de lógica, futurismo y ética a los colombianos, y le facilitó la tarea al zorro de Santos, su maquinaria y su camión de billetes para que le dieran una paliza electoral. Sin embargo, estos son gajes del oficio de impulsar cambios en nuestra América Latina, y ahora es cuando habrá oportunidades para demostrar que la vía del uribismo/santismo es un callejón sin salida, y que en definitiva, la vía verde va mucho más al meollo de los problemas colombianos y sus soluciones reales... Un cordial saludo.

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  7. Con no menor respeto, apreciado Anónimo 2, no entiendo cómo puede parecerte poco importante políticamente que los venezolanos tratemos de entender la dinámica de la política colombiana, país con el que tenemos una estrechísima hermandad histórica, que ha sido desde hace años nuestro segundo mercado tanto de importaciones como de exportaciones, después de los Estados Unidos, con incontables problemas conjuntos en nuestras fronteras, cerca de dos millones de colombianos residiendo en el país, de los cuales unos 750 mil tienen doble nacionalidad y unos 200 mil son refugiados de guerra según cifras recientes de ACNUR, y, last but not least, cuyas tendencias políticas nos tienen que interesar sobremanera pues, con nuestra extrema polarización política y nuestros problemas actuales, de raíces y efectos comunes, de secuestros, inseguridad, narcotráfico, sicariatos, etc., con facilidad podríamos evolucionar, si no nos ponemos las pilas, hacia un drama de guerra civil prolongada como el de nuestro vecino. Si te fijas, en el artículo del martes 15 de junio, ya me referí a tus inquietudes, aunque sin mencionar expresamente tu comentario, pues es ahora cuando he podido hacerlo... Tampoco entiendo como puedes sacar tamañas conclusiones sobre mi ego porque tarde un mes y algo en responder a tu comentario y tu invitación a leer el artículo de Fernando Mires (que ya leí, me pareció muy interesante, y te hice un primer recomentario en el artículo en donde lo escribiste, etc.). También me obligas a recordarte que para que una invitación sea tal, debe existir la posibilidad de declinar su aceptación: si te invito a tomarnos un jugo y me arrecho si no aceptas, entonces no te estaba invitando sino forzando a tomártelo..., así que un poco más de paciencia, y menos predisposición y desconfianza, si de verdad quieres que seamos amigos, incluso si insistes en mantener tu anonimato (con el que, por ejemplo, no tengo derecho a molestarme, pues he decidido permitirlo, hasta nuevo aviso, en el blog...). Y tampoco veo porque sacas conclusiones, en pasado, sobre lo que te hubiera gustado que dijera, o porque supones que no tengo interés en relacionarme con al menos algunas de las personas que mencionas, sobre todo las del primer lote y excluyendo a Ledezma, que no me interesa directamente en absoluto. Te adelanto que una de las principales razones por las que no he podido ocuparme como querría, en estos dos últimos dos meses, del blog, ha sido porque he estado viajando, entre otros lugares, a Lara, para entrevistarme con Henri Falcón...Te invito a aplicarte a ti mismo tu aforismo final de moda: eso es lo que hay, por ahora, en el blog, pero no significa que no habrá más; en pocos días verás, por ejemplo, un artículo sobre Henri Falcón y,probablemente, luego otro sobre el trabajo de barrios de Ocariz...Un abrazo, Edgar Yajure.

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  8. Comienzo por admitir que no me ha sido fácil, apreciado Anónimo Nefelibata, hallar el tiempo y el estado de ánimo apropiados, y decidirme a responderte. No porque piense que tus críticas son particularmente certeras o difíciles de refutar, o porque crea que quepo en esa cajita de fósforos en donde parecieras querer encerrarme, sino porque el espíritu de tus líneas revela un sentimiento confuso hacia mí y mis ideas, como si me estimaras y me odiaras a la vez, o, quizás mejor, como si tuvieses un hondo resentimiento contra mi persona y/o las ideas que supones que represento... Pero llegó el momento de hablar no de tí, sino de tus dos argumentos: a) Como creo que "el chavismo (o fidelismo o stalinismo o leninismo o khadafismo y muchos otros) no irían [¿irán?] al fracaso...", y tal cosa es falsa, entonces necesito "dar por cierto [¿cierta?] una mentira", cual es la de que "el socialismo es una solución"; y (b) me dedico al análisis de hechos foráneos "con el propósito de no atacar al chavismo", y esto, que supones validado con una cita mía, parcial y fuera de contexto, que haces, sería un acto folklórico para alcanzar "un áurea [¿aura?] de independencia". Pues bien, en relación al primer argumento, lamento informarte que sí creo que el chavismo, el fidelismo, el estalinismo y el khadafismo marchan hacia un rotundo fracaso (y si me aclaras a cuales otras experiencias te refieres, tanbién puedo darte sin problemas mis opiniones), por lo cual no necesito coartada socialista alguna para justificarlos. Lo que pasa es que también creo que la especie del capitalismo salvaje de tipo estadounidense, variantes Nixon/Reagan/Bushes y sus adláteres, marcha hacia otro rotundo fracaso, mientras que aprecio que el modelo de capitalismo europeo, y sobre todo sus variantes escandinavas, que contiene fuertes, numerosos y crecientes elementos de racionalidad socialista, precisamente en concordancia con algunas de las mejores predicciones teóricas de Marx, que presuponen una maduración capitalista previa a cualquier socialismo, no sólo no marcha hacia un fracaso sino que está sentando las pautas de transformación de los países socialmente más avanzados del planeta. Son estas pautas las que, cada vez más, aunque a través de un proceso zigzagueante, adoptan toda Europa, Canadá, Australia (sí, Australia...), Nueva Zelanda, en no poca medida Japón y, recientemente, hasta los propios Estados Unidos de Obama, para horror del gorilaje republicano. De allí que no tenga necesidad de defender falsedades con mentiras, sino que rechazo ambas con lo que juzgo valedero; o sea, no tengo que elucubrar nada para convencerme de que los diez países con el más alto Índice de Desarrollo Humano del mundo avanzan progresivamente si no hacia el socialismo, sí hacia un sistema social poscapitalista o muy diferente del capitalismo competitivo clásico. (Continúa).

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  9. (Sigue, sobre el Anónimo Nefelibata) En cuanto a lo segundo, debo observarte varias cosas, una, que no considero a América Latina como un ente foráneo, otra, que sí me considero sumamente crítico del chavismo, otra más, que lamento que entiendas lo folclórico sólo en su acepción despectiva y no en la más respetuosa de "saber del pueblo", y todavía otra más, que no necesito auras de independencia pues siempre he tenido independencia de criterios. El problema radica en que estoy convencido de que los fundamentalismos, tanto chavista como antichavista, conducen a un desangramiento de Venezuela, que podría llegar a demandar no una sino millones de transfusiones de sangre para evitar la muerte de demasiados compatriotas, por lo cual prefiero conservar y usar mi independencia de criterio para evitar tener que llegar a semejante debacle. Nuestra diferencia esencial en cuanto a Chávez me temo que tiene que ver con el hecho de que en tu odio contra él y lo que representa estarías dispuesto a aceptar que nuestra nación se lance a una guerra fratricida y su correspondiente baño de sangre, como la que ha ocupado a Colombia por más de sesenta años, mientras que yo, con todo y mis desacuerdos, lo veo también como el líder de millones de venezolanos tradicionamente excluidos, para quienes también hay que reservar, junto a él, e incluso si todos ellos también estuviesen dispuestos a una confrontación suicida, un lugar en cualquier proceso genuinamente transformador. Entonces, es a tu posición a la que veo cual la de un Testigo del Capitalismo dispuesto no sólo a impedir las transfusiones sino a impulsar, con su ceguera política, una sangrienta tragedia ante la que podrían palidecer las muchos que ya ha padecido históricamente nuestro pueblo. Espero que podamos seguir discutiendo, y te invito (como pienso invitarte pronto por otros medios, pues creo saber quien eres), a relajarte y admitir la posibilidad de que nuestras posiciones puedan estar basadas en convicciones sinceras y no en mentiras de ningún tipo, con lo cual nuestro diálogo podría ser mucho más fructífero. Recibe un saludo afectuoso de quien, pese a tus amargas apreciaciones de ahora, conserva los más caros recuerdos de una amistad de varias décadas, que no pienso resignarme pasivamente a perder por una diferencia pasajera en torno a un hombre, y menos todavía si ninguno de los dos cree en su proyecto dizque socialista. Tu amigo, hasta que quieras, Edgar Ricardo Yajure.

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  10. Otra vez caro Rafael: la comunicación con la Dirección del Partido Verde colombiano ya la logré, por otros canales, y consideraron que no valía la pena ya intentar poner en práctica la exigente idea que les propuse; de todas maneras gracias por tu amable gesto. Como quiera que dices que compartes las opiniones del Anónimo 2, supongo que no tendrás inconveniente en considerar también válidas para ti las observaciones que ya le hice a ése. En cuanto a las comunicaciones con esos otros venezolanos, eso sí, que sean gente todavía con ganas de pensar y no energúmenos chavistófobos, declarados o vergonzantes, ya sabes que siempre me han interesado esos diálogos para el intercambio de ideas -y mejor todavía si tú me acompañas-, sólo que no le veo la ventaja a restringirlas a lo cercano y local. ¿O es que no te das cuenta de que cada vez que hablamos tú mismo te refieres, para limitarme sólo a nuestras conversaciones de lo que va de año, a México, Colombia, Estados Unidos, España, Canadá, Brasil..., y encima te la pasas metido en Internet que no es precisamente una red local, y trabajas en una empresa que reivindica también la importancia de los enfoques globales? Tengo la impresión de que a juzgar por el énfasis de la mayoría de los comentarios, cualquiera podría imaginarse que te la pasas encerrado en algun pueblo barinés nada más que leyendo las noticias autóctonas... Y, con tu pujo, me obligas a recordarte nuevamente que la paciencia, así como la creatividad y el trabajo sostenido son quizás tres de las virtudes más escasas e importantes que se requerirán para sacar a este país del berenjenal presente. Un abrazo, Edgar.

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