viernes, 6 de noviembre de 2009

Como quien aprende de alguna minucia

Y llegó el día de interpretar los datos de nuestra encuesta Opinando sobre Transformanueca, con su versión detallada Mejorando a Transformanueca, en la ruta de tomar decisiones sobre el futuro de nuestro más allá de lo modesto blog.

Empiezo por rogarle a los lectores cuyas principales pilas cognitivas sean del tipo lingüístico, musical, corporal, plástico, ambiental, interpersonal o intrapersonal, pero no del tipo analítico o lógico-matemático, que, por favor, no se aterren por la cantidad de cifras que van a ver en este artículo, pues no se trata de ningún cambio en nuestra política de mantener tan alejados del blog como sea posible a toda suerte de números, ecuaciones, fórmulas, esquemas, cuadros, gráficos, tablas, diagramas, modelos, citas, referencias, símbolos abstractos y afines, que ya nuestros asesores informales nos han advertido podrían provocar un éxodo en nuestros contados visitantes, sino simplemente del intento de aprender todo lo que podamos de la minúscula información que nos trajo la encuesta. En el límite, en el caso de alergias numéricas, les pido que se salten los números y vayan directo a las conclusiones, en azul y cursivas, al inicio o, en la mayoría de casos, al final de los párrafos; o, más allá de los límites, en caso de fobias antinuméricas, entonces les ruego, con todo cariño, que se salten este artículo infeliz y nos veamos en el del próximo martes, cuando espero comenzar a aplicar las lecciones aprendidas aquí. Estas mismas sugerencias podrían ser también aplicables al caso de los lectores apurados o tiempicortos, puesto que hemos de advertir que, por su naturaleza analítica, este artículo será más extenso que los ya no precisamente escuetos artículos habituales.

La primera, y tal vez más importante, información que nos ha brindado la encuesta, que solamente llenaron diez lectores en su versión corta y cinco en su versión larga, es que, por razones que no terminamos de discernir para el momento de redactar estas líneas, a pocas horas de conocer los resultados de nuestra consulta, la mayoría de nuestros visitantes sienten como una especie de rechazo o temor a expresarse, en relación a los artículos del blog, sea con comentarios, encuestas o cualquier tipo de expresión escrita. Llegamos a esta conclusión después del razonamiento que sigue. Hasta la fecha, el número máximo u optimista de personas distintas que estimamos en algún momento han visitado el blog es 290, que deducimos del número de visitas que ha tenido el perfil del prospecto de bloguero, después de hacer clic en donde dice Ver todo mi perfil, en la columna de Perfil, en la primera plana (aquí mismito, a la derecha, con fondo verde) del blog, al lado de los artículos (como este, con fondo crema); pues partimos del supuesto de que, salvo que se trate de policías, investigadores, o admiradoras secretas, es improbable que haya lectores o lectoras interesados en volver una y otra vez a revisar los mismos datos adicionales del perfil -no muchos, por cierto- que se ofrecen en dicha página, y en cambio muy probable que tales visitas se hayan hecho en una sola oportunidad (podría ocurrir que algunas lectoras curiosas, por ejemplo, hayan visitado dicha página varias veces, pero para efectos prácticos, podemos suponer que el número de revisitas es igual al número de novisitas, o sea, al número de quienes nunca se metieron a tal página (como pueden ver, aquí está la dimensión ingenieril de la personalidad del cuasibloguero en acción...)). En el extremo opuesto, tenemos que, de acuerdo al Contador de visitas (el del bloque azulito, debajo del bloque verdoso del perfil, encima de donde dice Amigos), que se instaló el 17/05/2009 a las 12:00 am (o sea, a las 00:00 de ese día) el blog ha recibido, hasta el instante de escribir este artículo, 2168 visitas, que, si dividimos entre los aproximadamente 170 días transcurridos, nos da un promedio de alrededor de 13 visitas/día, de las cuales podemos deducir, holgadamente, unas tres que hacen entre el protobloguero (sea para retoques o en su ansiedad por ver si hay comentarios...) o -supongamos- alguien que se equivoca o se retira del computador antes de leer nada, para un promedio neto de 10 visitas/día, y, como, otra vez en promedio, un artículo dura 3,5 días publicado antes de que salga el siguiente, eso nos da un promedio mínimo de 35 lectores, bajo el supuesto de que cada lector lea un solo artículo por visita. O, más realistamente, algo apuntando hacia unos 70 lectores, en caso de que el lector promedio haga una visita semanal y lea juntos los dos artículos de la semana (unas cuantas lectoras nos han dicho que esa es su práctica, y la cifra pareciera distar de ser descabellada, siempre en promedio, pues, inclusive, un par de lectores nos han contado la experiencia de que su estilo consiste en esperar hasta disponer de un domingo o día festivo completo para ellos, y entonces leerse 20 ó 30 artículos de un solo pencazo). De todo lo cual se deduce que, puesto que tenemos sólo 10 respuestas a la encuesta corta, y 5 respuestas a la larga (que podemos suponer como un subconjunto de quienes llenaron la corta, y por tanto la usaremos sólo para profundizar en el análisis de los resultados de esta), entonces resulta que, en relación al estimado mínimo o pesimista, sólo uno de aproximadamente cada tres lectores llenó la encuesta (un 33%); en relación al estimado realista, sólo alrededor de uno de cada siete lectores lo hizo (un 14%); y en relación al estimado máximo, ultraoptimista o delirante, sólo uno de cada veintinueve (algún 3%, más o menos), la completó.

Como refuerzo del análisis cuantitativo anterior, podemos señalar que ciertos datos cualitativos abonan en el mismo sentido. Conocemos el caso de unas cuantas lectoras, altamente asiduas del blog, y entre ellas parientes y amigas, que no hubo manera de que se decidieran a llenar la encuesta. Un lector frecuente nos dijo que no la llenaba porque había concluido que estaba dirigida no a lectores comunes como él, y ni siquiera a seguidores, sino a fanáticos de, o expertos en, el blog (quizás fue un error de los diseñadores ofrecer en primer lugar la encuesta detallada en lugar de la corta, pues la primera, efectivamente, resultó ser relativamente exigente). Mientras que otro lector, temeroso de que un día Bin Laden pueda volar los servidores de Blogger, y quien nos comunicó que sistemáticamente copia los textos de los artículos, los pega en WORD, los espacía a su manera y los pasa a Arial, y luego los imprime y encarpeta por si acaso, a pocas horas del cierre de la encuesta nos confesó que no había tenido tiempo de llenarla... Sabemos de otra lectora que mimosamente suele imprimir los artículos a color, y luego los encuaderna, que tampoco la llenó. Otras lectoras nos dijeron que no se consideraban preparadas para opinar sobre el blog, y preferían seguir aprendiendo de él. Nos consta que algunos de los y las comentaristas estrella del blog tampoco la llenaron...

Y, bueno, tal vez sea justo añadir, sin alcahuetería ni adulación ninguna, un argumento de peso pesado en defensa de los lectores silenciosos, a quienes existe la posibilidad de que el pretendido bloguero, sin que pueda descartarse que con algún complejo de cenicienta intelectual o no importa si sin proponérselo, los esté ofendiendo. Es el siguiente: no sé cuantos lectores se habrán dado ya cuenta, pero lo cierto es que, entre pitos y flautas, lo que han estado leyendo desde hace varios meses no son -como tanto se estila- las versiones light de las ideas previamente expuestas en algún libro por algún pensador gringo o europeo, ni los aprendizajes o apuntes de clases de algún postgrado en el exterior - ¡ah mundo! Harvard, MIT, Yale o las Ivy Leagues, o la Sorbonne o Cambridge u Oxford y compañia-, ni los resultados del análisis de uno, diez, cien o mil trabajos previos, ni las reflexiones de un día, una semana, un mes, un año o una década. No, queridas amigas, lo que han estado leyendo, aunque dé pena propia decirlo, es uno de los resultados de un esfuerzo de investigación que, aunque inédito él, lleva más de cuarenta años desde su inicio formal y más de treinta desde su informal, que le ha chupado buena parte de la vida al calvopeludo ese y ahora pichón de bloguero. En donde ha invertido no pocas decenas de miles de horas hombre de escritorios, mesas de reuniones, calles, barrios, parques, bibliotecas, foros, asambleas, laboratorios, talleres, hoteles, aviones, autobuses, carros, empresas, barcos, trenes, partidos políticos, movimientos sociales diversos, pistas de trote, camas, pocetas, duchas, ... para parir esas ideas; ha estudiado, fichado y resumido decenas de miles de artículos, libros y documentos diversos en seis idiomas; ha escrito miles de cuartillas y decenas de miles de fichas de reflexión, y mejor dejarlo hasta aquí pues esto está desprendiendo ya un insoportable tufo a lo Mi delirio sobre el Avilazo, que perfúmate con aquel... Y todo esto a dónde va es a que, si se hace un esfuerzo por colocarse en el otro lado de la web, entonces resulta que lo que se le está pidiendo a los lectores, con la encuesta y los comentarios, es como que opinen sobre un desayuno innovador de la escuela Cordon Bleu o, en todo caso, sobre la punta de un iceberg de ideas que apenas están comenzando a digerir, lo cual podría ser demasiado too much... No es en absoluto casual, para abundar aún más, que, si se examina el perfil de los comentaristas más frecuentes del blog, fácilmente se descubre -es decir, fácilmente se descubre desde el lado del susodicho- un rasgo común: han sido sus amigos y amigas, hijo, esposas, secretarias, mejornolodigo, compañeros de infancia, juventud, militancia y/o trabajo, y afines, desde hace, en promedio, veinte años o más. No es que carezcan de mérito o de audacia, pero sencillamente no puede ocultarse que se hayan en posición de ventaja sobre quienes se están desayunando con estas líneas de pensamiento...

En cuanto a la relevancia de los temas tratados, o sea, la Pregunta 1 de la encuesta, de los diez encuestados, seis opinaron que los temas han sido apropiadamente relevantes y cuatro que relevantes, de lo cual derivamos, en principio, que, hasta nuevo aviso o nuevas encuestas, pareciera que no tenemos cambios mayores que hacer por aquí. En la encuesta detallada, los cinco respondientes opinaron unánimemente que los artículos sobre América Latina, #10 a 22, y sobre Venezuela, #23 a 27, han sido apropiadamente relevantes o relevantes a secas, con tres de cinco respuestas señalando que estos últimos fueron apropiadamente relevantes. En los artículos sobre nuestras capacidades estructurales, #28-34, uno de los cinco los señaló como apropiadamente relevantes, tres como relevantes y uno se abstuvo de opinar. En los artículos introductorios, #1-9, dos los vieron como apropiadamente relevantes, uno como relevantes y dos se abstuvieron de opinar. Sobre nuestras capacidades procesales, #35-46, y sobre nuestras capacidades sustanciales, #47-49 y 51-56, en ambos casos, un encuestado dijo que le parecían apropiadamente relevantes, dos que relevantes y dos se abstuvieron de opinar. Ni en las diez encuestas largas ni en las cinco cortas hubo alguna respuesta que sugiriera irrelevancia de los temas tratados en el blog, pero parece claro que los temas más concretos o aplicados disfrutan de mayor interés de los lectores que los temas preliminares o conceptuales. Esto era de esperar, pero el blogueroide este aspira a que, a partir de cierto grado de desarrollo del blog, esos temas más conceptuales puedan servir como una especie de glosario detallado de un conjunto de términos que se emplearán a menudo en el futuro, por lo cual justifica su inclusión.

En cuanto a la extensión de los artículos, la Pregunta 2, cuatro de los diez respondientes opinaron que la extensión de los artículos ha sido la necesaria, cuatro que ha sido aceptable y dos que han sido exageradamente extensos. En la visión detallada, cuatro de los cinco llenantes opinaron que los artículos preliminares sobre América Latina, #10-22, tuvieron la extensión necesaria, y uno que fueron innecesariamente extensos; en los artículos preliminares sobre Venezuela, #23-27, tres señalaron que la extensión fue la necesaria, uno que fue aceptable y uno que fue innecesaria; en los introductorios, #1-9, tres plantearon que la extensión fue la necesaria, uno que innecesaria y otro se abstuvo de opinar; en los referidos a nuestras capacidades estructurales, #28-34, tres que con la extensión necesaria, uno dijo que fueron innecesariamente extensos y el otro se abstuvo; en los referidos a las capacidades procesales, #35-46, dos indicaron que la extensión fue la necesaria, uno que fueron innecesariamente extensos, y dos se abstuvieron de opinar; y en cuanto a los referidos a las capacidades sustanciales, #47-49 y 51-56, uno dijo que la extensión fue la necesaria, otro que fue aceptable, otro que fue innecesaria, y dos se abstuvieron de opinar. Interpretamos aquí un leve jaloncito de orejas ante el cual seguiremos empeñados en responder, pero observando que hay un conflicto que no sabemos todavía resolver: dada la experiencia de escritor acumulada por el redactor de los artículos, escribiendo sobre todo para sí mismo o para lectores individuales específicos, resulta que para él la menor extensión tiende a demandar un mayor grado de abstracción y/o de soporte cuantitativo, y viceversa, mientras que siente que aquí lo que se le está reclamando suavemente, y quizás no con la misma delicadeza si opinara una fracción mayor de sus lectores, es que escriba simultáneamente más corto y más concreto, para lo cual le falta preparación o experiencia adicional, por lo cual lo que le queda, por ahora, es rogar un poco de paciencia mientras aprende a complacerlos sin desvirtuar lo que quiere expresar.

En relación al nivel de abstracción o teórico de los artículos, la Pregunta 3, cinco encuestados de los diez manifestaron que tal nivel fue el apropiado, cuatro que fue aceptable y uno que fueron demasiado abstractos o teóricos. En la versión detallada, cuatro de los cinco encuestados opinaron que el nivel teórico de los artículos preliminares sobre América Latina, #10-22, o sobre Venezuela, #23-27, fue el apropiado, mientras que uno, en cada caso, indicó que fue aceptable. En los artículos introductorios, #1-9, tres apuntaron un nivel teórico apropiado, uno dijo que fue aceptable y otro se abstuvo. En los de nuestras capacidades estructurales, #28-34, uno dijo que el nivel fue el apropiado, tres que aceptable y el otro se abstuvo. Y en los referidos a nuestras capacidades procesales, #35-46, y a nuestras capacidades sustanciales, #47-49 y 51-56, en ambos casos uno indicó que el nivel fue el apropiado, dos que fue aceptable, y dos se abstuvieron. En síntesis, en la versión corta o resumida, sólo un encuestado opinó que los artículos han sido demasiado teóricos, mientras que en la larga o detallada, nadie dijo que los artículos fuesen demasiado o innecesariamente teóricos. Derivamos de todo esto que, pese a que no pareciera haber mayores reproches con el nivel teórico de los artículos, nuevamente son los artículos más aplicados o concretos los portadores del mejor balance conceptual según el juicio expreso de los lectores; y presumimos, además, que, puesto que la última mitad de los artículos del blog ha estado dedicada precisamente a temas más abstractos, esta podría ser, además, una causa del relativo alejamiento, o en todo caso del silencio, de la mayoría de lectores, quienes prefieren inhibirse antes que ponerse a opinar sobre temas que les resultan cuesta arriba. En alguna medida esto no es extraño, pues se deriva de la pretensión, tal vez alocada, de la dirección del blog, de pretender interesar por cuestiones teóricas o de fondo a un público no académico sino de gente común y corriente. Seguiremos echándole coco a este difícil asunto.

Respecto al contenido didáctico o instructivo de los artículos, la Pregunta 4, cinco de los diez encuestados manifestaron que les han parecido ricamente instructivos y cinco que aceptablemente instructivos. En la versión detallada, en cuanto a los artículos preliminares sobre Venezuela, #23-27, los cinco encuestados expresaron unánimemente que les parecieron ricamente instructivos o didácticos. Seguidamente, en los artículos preliminares sobre América Latina, #10-22, cuatro los vieron ricamente didácticos y uno aceptablemente. Los artículos introductorios, #1-9, fueron vistos por dos lectores conocedores del blog como ricamente instructivos, por otros dos como aceptablemente instructivos, y con una abstención. Aquellos referidos a nuestras capacidades estructurales, #28-34, fueron vistos por tres lectores dedicados como ricamente instructivos, por uno como aceptablemente didácticos, con un silencio. Los ligados a nuestras capacidades procesales, #35-46, fueron vistos por dos encuestados detallados como ricamente instructivos, por uno como aceptablemente instructivos, y dos prefirieron callarse. Y los de nuestras capacidades sustanciales, #47-49 y 51-56, fueron vistos por dos lectores avezados como ricamente instructivos, por uno como escasamente instructivos, y con dos pases agachados. (No sobra recordar aquí que, expresamente, se le pidió a los llenantes de la encuesta detallada que, preferiblemente, en caso de que no tuviesen clara su opinión, dejasen en blanco las respuestas). De lo dicho inferimos que, a grandes rasgos y hasta nuevo aviso, nuestros lectores parecieran apreciar el esfuerzo didáctico que conlleva el blog en general, aunque preferirían, permaneciendo otros elementos constantes, una mayor dedicación a los temas más concretamente latinoamericanos y venezolanos, en donde tienen más oportunidad de aprender cosas de su interés. Esto es perfectamente comprensible, dada la nacionalidad y extracción no académica del grueso de lectores que intuimos tiene hoy el blog, y, nuevamente, confiamos en que, poco a poco, los iremos convenciendo de que valió la pena atravesar por estas series más conceptuales para poder, más adelante, calar más hondo en los asuntos latinoamericanos y venezolanos. Apostamos a que llegará un momento en que los artículos más teóricos, que ocuparán buena parte de los espacios del blog en su primer año, quedarán justificados como el marco conceptual de lo que vendrá después. Y, cuando, como confiamos, todas estas ideas puedan ser vaciadas con mayor rigor y elegancia, en una obra impresa, entonces los lectores tendrán la opción, como suele ocurrir con muchos trabajos de investigación y profesionales, o en los ensayos extensos, de saltarse los capítulos más generales o teóricos, o recurrir a ellos solo en caso de necesidad.

Sobre el contenido político de los artículos, la Pregunta 5, seis de los encuestados en Opinando sobre Transformanueca expresaron que les parecieron con el nivel político apropiado, tres los vieron como lo suficientemente políticos, y uno se abstuvo de opinar. Por su parte, en Mejorando a Transformanueca, nuevamente, los artículos preliminares sobre Venezuela, #23-27, resultaron ser lo más granado del blog, con tres opiniones destacando que tuvieron el nivel político apropiado, una apuntando a que fueron lo suficientemente y un mutis. En el caso de la serie preliminar sobre América Latina, #10-22, un encuestado pensó que el nivel político fue el apropiado, dos que fue suficiente y dos se abstuvieron de opinar. En los artículos introductorios, #1-9, así como en los referidos a las capacidades estructurales, #28-34, en ambos casos, uno señaló que el nivel político fue apropiado, dos que suficiente y dos prefirieron callar. Y en los referentes a nuestras capacidades procesales, #35-46, y las capacidades sustanciales, #47-49 y 51-56, sólo hubo, en ambos casos, dos opiniones de que fueron suficientemente políticos, con tres abstenciones. Ni en la encuesta corta ni en la detallada se detectaron síntomas de rechazos al nivel político que hasta ahora ha tenido el blog, aunque parece claro que, gruesamente hablando, los lectores, como en los casos anteriores, preferirían ver al blog menos dedicado a filosofar o teorizar y más a analizar políticamente nuestras realidades concretas, de su más directo interés y con las que están más familiarizados. Se confirma así, aquí, lo que pareciera ser una ley comunicacional universal, a saber, que los lectores adultos de cualquier clase de medios siempre tienden a brindarle más atención a aquello de lo que más saben.

El estilo de redacción de los artículos, Pregunta 6, fue evaluado como ameno o agradable por cuatro de diez lectores encuestados, por tres como satisfactoriamente ameno o agradable, y por tres como rebuscado. Sin embargo, los consultados según la encuesta detallada fueron bastante menos críticos: en los casos de los artículos preliminares sobre América Latina, #10-22, y sobre Venezuela, #23-27, las vedettes del blog, cuatro de cinco plantearon que les resultó satisfactoriamente ameno o agradable el estilo, y uno que le resultó agradable. En los artículos introductorios, #1-9, cuatro de cinco consideraron el estilo satisfactoriamente ameno y uno se abstuvo, mientras que en los referidos a nuestras capacidades estructurales, #28-34, dos expresaron que les pareció satisfactoriamente ameno, dos que ameno o agradable a secas, y uno dejó de opinar. Y, en cuanto a los que parecieran ser los patitos feos del blog, los artículos sobre nuestras capacidades procesales, #35-46, y sobre nuestras capacidades sustanciales, #47-49 y 51-56, se obtuvieron, en cada caso, dos opiniones sobre su amenidad satisfactoria, una sobre su amenidad sin calificativos, y dos mutis. Ninguno de los encuestados detallados planteó que el estilo fuese rebuscado o muy rebuscado. Aquí sentimos, por parte de los lectores menos acuciosos del blog, aunque levemente amortiguado por los más atrevidos y quizás seguidores, un tirón de orejas que no llega a doloroso pero que tampoco es precisamente acariciante, que nos reclama un estilo más llano, accesible y semejante al que encuentran en la prensa y las revistas que frecuentan.

Este es, quizás, el problema más serio en el que tendrán que trabajar desde la junta de accionistas y la dirección del blog, hasta la coordinación, la jefatura de prensa, la redacción, el jefe y los operarios del taller de publicaciones, así como la distribución y promoción, es decir, el servidor de marras y su filial asistente, todos resueltamente ad honórem, hasta corregirlo o si no tirar la toalla. En algún lugar de este medio informal de comunicación probablemente se ha dicho algo parecido a que -¡vamos a rebajarlo de rango!- el aspirante a candidato de bloguero este tiene, por una parte, una nada despreciable experiencia como escritor para sí mismo, no por que tenga esa vocación, sino porque, aparentemente, la vida o no sé quien no le ha dejado otra opción: en ese estilo personaloide, fuertemente influido quizás por gigantes de la redacción compleja como Jean Paul Sartre, José Saramago o James Joyce, pero complicado y sin justificación a fin de cuentas, se ha malacostumbrado a usar un vocabulario relativamente amplio, diverso y sofisticado, que no vacila en crear términos, a la alemana, cada vez que no los encuentra en el diccionario, y en donde, por mostrar sólo botones, emplea como seis tipos diferentes de comillas, tres tipos de puntos suspensivos, tres de subrayados, llaves, corchetes y paréntesis anidados, tintas de distintos colores, papeles y fichas a granel, y pare usted de contar.

Opuestamente, el mismo tipo tiene también una experiencia, medible en los miles de páginas, en materia de escribir informes extensos de investigación, diseño o consultoría para un lector o muy pocos lectores en particular, a los que llama su cliente o usuario nuclear, en donde calibra su léxico y estilo en función de las necesidades de estos, por regla general un dirigente, empresario, gerente o grupo de gerentes y profesionales, privados o más comúnmente públicos, relativamente cultos y competentes, ante quienes escribe muy apoyado en tablas, gráficos y diagramas diversos; o, también, ante seres queridos y bien definidos a quienes les escribe cartas, esquelas, dedicatorias, poemas, álbumes, cuentos, monerías y afines, muy frecuentemente con acompañamiento fotográfico. Pero, en definitiva, y pese a su también considerable experiencia como lector, tiene poca experiencia escribiendo para un público heterogéneo y no especialista sobre temas cuya profundidad inherente se las trae. Por los momentos, mientras nos empeñamos en sacar adelante el proyecto del blog, no vemos otra salida que solicitar indulgencia a los lectores, y paciencia mientras se avanza en la curva de aprendizaje de un más accesible estilo de redacción, que seguramente deberá comenzar por un formato menos complejo de oraciones. (Podría ocurrir también que no logre resolverse este crucial asunto, y que haya que optar, bien por dirigir el blog sólo a un puñados de interesadísimos, o bien por esperar a escribir unos libros que tal vez acojan la posteridad o los insaciables pipotes de basura nacionales).

En lo relativo a la sintaxis y ortografía de los artículos, Pregunta 7, los lectores que accedieron a ofrecernos su opinión no parecieran tener mayores reparos a la manera como ha funcionado esto hasta el presente. Seis de los diez de la encuesta corta manifestaron que les parecían apropiadas y cuatro que aceptables. Todas las respuestas de la encuesta larga coincidieron en señalar que serían apropiadas, con alguna que otra abstención, por lo que no pareciera haber nada fuera de control por este lado.

En cuanto al vocabulario utilizado en los artículos, Pregunta 8, el patrón de respuestas de la encuesta base o corta es semejante, aunque ligeramente menos crítico, al de la Pregunta 6 sobre el estilo de redacción, es decir: cuatro de diez opiniones consideraron justificado el vocabulario, cuatro lo vieron aceptable y dos lo evaluaron como inaccesible. También, análogamente, las respuestas a la encuesta larga fueron más benévolas, pues la casi totalidad de la respuestas se fueron por la opción de justificar el vocabulario, con alguna que otra respuesta indicando su aceptabilidad, y pocas abstenciones al uso. Lo dicho ya para el caso de la Pregunta 6 sería aplicable aquí, con los matices correspondientes y las dificultades para un inmediato mejoramiento ad hoc.

La pertinencia de las fotografías, Pregunta 9, fue considerada apropiada por siete de los diez encuestados cortos, aceptable por dos y sin opinión por uno. Curiosamente, aquí los encuestados largos fueron levemente más críticos, repartiéndose las opiniones entre lo apropiado y lo aceptablemente pertinente, con las consabidas abstenciones esporádicas. No pareciera, entonces, que este rubro amerite correcciones mayores.

Y, por último, en cuanto a la calidad de las fotografías, la Pregunta 10, los resultados de la encuesta corta revelan una sorprendente y absoluta unanimidad de diez respuestas sobre diez en torno a considerarlas buenas. Los resultados de la encuesta larga revelan un consenso parecido, de cinco sobre cinco en la mayoría de las series, aunque con ligeras omisiones ya se podrán imaginar en relación a quiénes... Esto, aparte de que pareciera justificar una nota de congratulación para el departamento de fotografías del blog, también ha generado un tumulto en la reunión de su Junta Directiva, puesto que hay miembros que plantean si no sería preferible sincerar las cosas y convertir al blog en uno meramente fotográfico, para el verdadero y completo beneplácito de los lectores, mientras que otros postulan que eso sería una especie de traición a Transformanueca; otros más plantean que las fotografías podrían ser la clave para hacer que sobreviva el blog mientras llega la época de las vacas más concretas y menos teóricas, y todavía otros más proponen un blog paralelo exclusivamente fotográfico. Mientras esperamos el humo blanco correspondiente, no nos queda sino aceptar que si hay alguna esfera que no debiera sufrir modificaciones en el porvenir cercano, pareciera ser esta de la calidad de las fotografías (aunque se le advierte cortesmente a los fotógrafos del blog que bajo ninguna circunstancia deben dormirse en los laureles o echárselas al hombro...).

Para irnos a descansar -y menos mal que le llenaron nada más que diez formularios a la tal Transformanueca, pues ¿se imaginan ustedes cómo habría sido la alharaca y la extensión del artículo si hubiesen sido 8764 encuestas...?-, lo que nos queda es recapitular con una reflexión final. Indudablemente, esto de escribir para lectores heterogéneos con diferencias drásticas en sus niveles de familiaridad con las ideas de uno, historias diferentes, experticias diversas, ideologías variadas, inteligencias múltiples, expectativas disímiles, criticidades dispares, y miles de dicotomías más para escoger, es definitivamente un desafío superlativo, sobre todo para quienes tenemos desde hace décadas la cabeza gastada de pensar y las manos callosas de escribir, pero no, hasta ahora, para los lectores del gran y anhelado mundo real de un subcontinente con siglos de dependencias, poses y molicies de toda laya a cuestas. Al responder a tal desafío, se sufre y se goza hasta revolcarse uno de lo que quiera, pero, por los momentos, no se vislumbran otras opciones o, como se dice ahora en Venezuela: "eso es lo que hay". Las soluciones fáciles son las quijotescas, creerse un iluminado del Olimpo y echarle la culpa a los demás por su incomprensión, o las sanchescas, conseguirse lectores como sea, hallar una isla Barataria de quienes lo lean a uno sin importar en nombre de qué. Lo difícil es seguir adelante, hasta que alguien se canse o se retire del juego: los lectores o el suscrito.

Mientras tanto, mientras se mantengan los ánimos y a través de los desconciertos, le doy mis más entrañables gracias a mi hijo Edgar Fernando, por su apoyo mucho más que técnico, a todos los lectores que llenaron las encuestas para apoyarnos, y a todos los que, al leer este artículo, ahora o quién sabe cuándo, sientan que les hubiese gustado llenarla o que se perdieron de algo si no valioso, al menos interesante o, como mínimo, humano. La microgesta que intentará sortear escollos entre el idealismo quijotesco y el realismo sanchesco, aprendiendo hasta de las minucias de una encuesta de diez respuestas, con humildad pero con dignidad, y contribuir a transformar las capacidades de nuestra Latinoamérica y ayudarla a salir del marasmo, que a veces pareciera gustarle, continuará en su empeño.

7 comentarios:

  1. Benjamin Franklin en una oportunidad le escribió a un conocido diciendole que "Te hubiese escrito una carta mas corta, pero no tenía tiempo". Este problema le debe parecer extraño a quienes sientan que no tienen mucho que decir, pero es un problema real que les aseguro atenta contra las buenas intenciones del bloguero. Por otro lado, a pesar de que la apatía es una epidemia global más brava que la porcina, lo que también hay que reconocer es que a muchos de los lectores ni el último detalle ni la plena justificación de todas las opiniones les importan.

    El botón de muestra: éste artículo con los resultados de la encuesta. Yo personalmente trabajé junto al bloguero en la preparación de la encuesta, y no queda claro si el total de tiempo que pasaron los respondientes respondiendo llegó a ser más que el tiempo que pasaron los preparantes preparando lo cual, por que no decirlo, no mucho pero si duele. Sin embargo, cuando llega el momento de presentar los resultados, amundo si me apoyan en esta opinion, lo que a mí me luce es que el detalle del análisis a muy pocos les importa. Si este artículo se hubiese saltado todo el texto en negro y sólo dejaba el azul creo que se triplica la posibilidad de que el visitante lea el artículo completo y que recuerde alguna cosa.

    Tal vez la solución es algo al estilo de no justificar a priori sino a posteriori lo que aquí se diga. Si simplemente presento mis conclusiones o resultados, es la inquietud del lector la que podría en algunos casos reclamar basamentos, justificativos o más explicaciones. Hay que perderle el miedo a detractores silentes que podrían decir que esto o aquello no tiene fundamento, y ya vimos lo que le pasó al comentarista cancionero.

    Lo mucho que tienes que decir debes esforzarte por decirlo en su esencia, tan claramente como puedas, sin preocupación por justificar cada palabra con la que lo digas. Al que no le guste, que proteste, y al que sí, también que lo diga...

    Pero mientras siga manteniendose la relevancia de los problemas que aquí se tratan y exista valor en el análisis que se presenta importa en el fondo muy poco, sin ganas de ofender, si opinan o nó.

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  2. Saludos a todos los lectores de este blog y a sus realizadores. En realidad, plantea cuestiones que están, por decir algo, por encima de sus posibilidades, no es cualquier actividad la que se está realizando, lo que se plantea es complejo para ser asumido así como así. A nuestra generación parece que se le pasó su tiempo; cuando Edgar plantea estos temas, estas planteando un estudio más profundo sobre algo que no sabemos si se logrará concretar.No creo que este blog se parezca a los otros blog, de esta gran red mundial, a todas luces, este es mucho más profundo en sus planteamientos y, aunque queriendo y no queriendo, sus planteamientos, en cierta forma te induce a asumir una posición; y ese es el "inconveniente que le veo a este blog" ¿quién va a querer asumir lo planteado? Los otros blogs no inducen, necesariamente, a asumir un compromiso y si este se dá, es bastante virtual, estos blogs denuncian, reseñan, pero no hay compromiso, es sólo información. Comparo este blog con el programa-denuncia de Al Gore, donde relata con toda crudeza las principales causas del calentamiento global, hace unas recomendaciones finales, para que el público se solidarice, pero quien tiene las mayores posibilidades de influir son los gobiernos, las grandes corporaciones, son ellos los que tienen que asumir la política y nosotros podemos hacer algo lo bastante influyente? Cuando se afirma: que no terminamos de discernir porqué la mayoría de los visitantes del blog Transformanueca sienten rechazo o temor a expresarse, respetando las conclusiones de la encuesta, pienso que el nivel de compromiso del bloguero es distinto al de los visitantes, sólo seguirle la pista al blog implica un esfuerzo serio y sostenido y si te descuidas, la información suministrada se vuelve atosigante y ponerse al día para opinar, cuesta. El formato del blog, por lo menos en mi caso, no me acostumbro, tal vez, porque las letras son pequeñas, para mi; por eso lo copio y transformo al word y, cuando estoy en calma y descansado, le entro a su análisis y lectura, que no resulta fácil. sin embargo, sigo comprometido con el blog y siempre estoy al día, para no perder el hilo.

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  3. Para continuar mi comentario, lo sigo en este. Creo que la mayoría de los blog de la red mundial, no tienen el mismo nivel que este, aquí, se puede apreciar de "conseguir" seguidores, los otros blog, te muestran algo y listo, no tienes que tener compromiso, más que la visita. Confieso que siempre esperé que aparecieran comentarios, para poder debatir, pero no sucedió así. La extensión de los artículos me pareció adecuada y no creo que aquí esté la causa de la no lectura o no comentarios. Pienso que todos estos artículos, son una gran contribución, a la posibilidad de entender Venezuela y que se pueda desarrollar y que se convierta en una gran nación.

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  4. Para contestar la encuesta larga, en realidad tuve que prepararme, releer, de nuevo, varios de los artículos, porque de un tirón no iba a memorizar cada grupo de tema tratado (reconozco que tuve que hacerlo así, para poder cumplir con las instrucciones que estaban señaladas, antes de entrar a la encuesta. tal vez, si hubiese sabido, que la encuesta era sencilla, no me hubiera preparado, para responderla). Siempre me ha intrigado, cuántas personas se habrán leído libros complejos, entonces volvemos al tema de la política, cómo traducir de interpretaciones de la realidad y que estas sean asumidas para lograr lo que se propone este blog, de ayudar a América latina y a Venezuela, a salir del marasmo en que se encuentra.

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  5. Efectivamente, después de muchos años estudiando, pensando, actuando y escribiendo sobre nuestros problemas, con la esperanza de que algún día podría escribir en base a hechos y logros sociales incontestables, para no tener que incurrir en las discusiones retóricas o académicas que tanto me fastidian, me he decidido a dar a conocer algunos de los principales aspectos de la visión que he venido conformando, aun antes de alcanzar tales resultados o de publicar en algunos libros el grueso de dichas ideas. El resultado es que a menudo me siento como preñado de ideas y que me cuesta ser todo lo breve y conciso que algunos lectores desearían, sobre todo en condiciones en las que sé que también me dirijo a lectores poco familiarizados con mis enfoques. Como ya lo he dicho, o más o menos, confío en que una vez que estén en la red mis primeros cien artículos o algo por el estilo, me será mucho más fácil ser breve, pues los artículos anteriores funcionarán como una especie de diccionario o breviario de términos a los que podrán apelar los lectores. Por otro lado, varias personas me han advertido que el perfil de los lectores de blogs suele ser afín al de los asistentes a foros o asambleas, en donde el silencio de la mayoría suele ser la regla. La verdad sea dicha es que yo mismo suelo frecuentar varios blogs en los que jamás he escrito ningún comentario. De acuerdo con buena parte del espíritu de las recomendaciones que me das, e intentaré tomarlas en cuenta: me propongo ser menos exhaustivo en la fundamentación de algunos argumentos, apostar más a que muchas dudas se vayan aclarando solas a medida que se desarrolle el blog, y reducir las explicaciones sobre el uso de ciertos términos. Gracias por tu apoyo y tu cibercompañía.

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  6. Gracias Douglas, otra vez, por tu asidua atención a los planteamientos del blog. Siento que no me corresponde hablar acerca de la profundidad de los enfoques que aquí se exponen, y mucho menos compararlo, inclusive aunque fuese sólo de manera potencial, con la labor de titanes del liderazgo de la opinión pública mundial como Al Gore. Desearía, sí, reclamar una sola virtud para estos artículos, cual es la de no ser producto de la improvisación o de afán alguno de figuración, sino de una labor ininterrumpida de estudio y reflexión, que ha acompañado una acción en varios cientos de proyectos e iniciativas sociales prácticas a lo largo de más de cuarenta años. Lo que le pido a los lectores es que consideren lo que les digo con seriedad y con la confianza de hallarse ante planteamientos formulados sin subterfugios y sin segundas intenciones, sino con sinceridad y con un compromiso vital con el destino de nuestras naciones latinoamericanas. Sé que en un subcontinente en donde abundan la pantallería, la piratería, el pragmatismo y la improvisación esto no es pedir poca cosa, pero no se me ocurre nada menos. No logro entender a qué te refieres con eso de que "...si te descuidas, la información suministrada se vuelve atosigante y ponerse al día para opinar, cuesta.", pero por si acaso te observo que hasta el presente he hecho renovados esfuerzos por aligerar la densidad de los artículos recurriendo a un mínimo de citas, referencias, datos, tablas, diagramas, etc. En cuanto al tamaño de las letras, también por si acaso te recuerdo que con un simple "ctrl +", repetido si es necesario, puedes poner las letras de los artículos tan grandes como quieras, y, si se te pasa la mano, entonces las empequeñeces con el respectivo "ctrl -", en donde los signos son los del teclado numérico. También te recuerdo que la gran mayoría de las fotografías se pueden ampliar con sólo hacerles clic encima con el ratón. Bueno, chao, seguimos en contacto.

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  7. Este asunto de la falta de comentarios en el blog es de vital importancia. Tengo la sospecha de que la extensión, y quizás la densidad de los artículos, sí es un factor que crea un efecto de cohibición en muchos lectores, como si se sintiesen presionados a expresarse con comentarios con una extensión análoga a la de los artículos. Creo haber expresado ya, o si no como que fue Edgar Fernando quien lo dijo, que serían bienvenidos los comentarios breves y hasta brevísimos, pero hasta el momento esto no se ha traducido en nada. Sí me llama la atención que en el blog estrella de América Latina, el de la cubana Yoani Sánchez, que siempre escribe corto y ligero, y bajo la premisa implicita de que la sociedad cubana es la mala y las sociedades modernas las buenas, la inmensa mayoría de sus cuantiosos comentarios son de muy pocas palabras y de muy poco contenido adicional al de los artículos. En algún momento volveré sobre este asunto, pues me temo que algunos lectores me piden que adopte un estilo como el de ella, lo cual me resulta prácticamente imposible. En cambio, sí creo que fue un error el que cometimos Edgar Fernando y yo cuando diseñamos la encuesta y decidimos ofrecer, en primer lugar, la versión detalladísima que obligaba a releer o revisar los artículos, como tú lo hiciste, y luego la versión abreviada. Si hoy tuviese que repetir la experiencia, y espero hacerlo así para la próxima encuesta, que probablemente será para el artículo número cien de Transformanueca, lo haría al revés: ofrecería primero la abreviada, como la encuesta principal, y luego, para los muy comprometidos con las cosas del blog, hablaría de que, además, existe otra versión más detallada. Pero ni modo: ya creo haber dicho que si tuviese que elegir entre comunicarme con dos o tres lectores con un compromiso como el tuyo, o dos mil o tres mil que me leyeran como pasatiempo, no vacilaría en optar por los primeros, pues sé que, a la larga, la probabilidad de incidir sobre el curso de nuestras realidades sería mayor si hay quienes verdaderamente entiendan lo que deseo expresar. Y, por supuesto, creo estar claro en que el día que este blog, o alguno de mis probables libros futuros, llegue a miles de lectores tan acuciosos como tú es porque estaríamos en la cresta de la ola de algún cambio fundamental en nuestra Venezuela y/o nuestra América Latina. Mientras tanto no nos queda sino armarnos de paciencia. Un abrazo fraternal de, Edgar.

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